A mi blog se le fue el fondo! Cuando me haga un tiempito lo arreglo...

El hombre menos pensado

Era tarde. Muy tarde. Abandoné la cama y con pereza salí a su encuentro.

Cuando abrí la puerta su figura se me antojó extraña, desemejante. Lo había deseado. Lo había pensado. Lo había previsto.

Sin embargo, al cerrar la puerta para internarme junto al recién llegado en la soledad de mi casa, la sensación era que aquél que yo imaginaba seguía aún del otro lado de las paredes. Cuántas veces me pasó...

Hasta que me besó.

Tenía el cuerpo de otro. Las manos. Los huesos. La lengua. Los ojos. Sabía diferente. Olía diferente. Hablaba diferente. Temblaba diferente.

Pero besaba igual.

En ese instante, mi galán de sueños y novelas se esfumó para siempre. Herido en su orgullo partió cabizbajo hacia las fantasías de otro que lo esperara con el ramo en la mano. En su sitio quedó éste, tan terrenal, tan REAL, tan deseoso de que otro fuera su hidalgo caballero.

Casi podía leerse en nuestras miradas una suerte de decepción, mezclada con una excitación intensa, criada y añejada para estrenarse esa noche, aunque con otros que ahí no estaban. Y en esa mezcla rara, el humor de nuestros ojos revelaba algo tan curioso como incitante. Nos gustábamos.

No éramos aquellos, éramos éstos. Y poco tiempo pasó antes de que nos convirtiéramos en “nosotros”.

Como el agua que llena un cuenco hasta su borde más exacto. Como ese cuenco que la contiene en su totalidad. Así encajábamos en nuestra particular desemejanza.

No nos soñamos distintos. Soñamos a otros, tan seductores como ideales. Y cuando el sueño pareció cumplirse, se tornó una extravagante realidad, maravillosamente superior.

Escenas escritas de antemano para otros protagonistas se desvanecieron para darle paso a otras más genuinas, improvisadas, desprolijas, hermosas. Momentos de incertidumbre, de pasión, de diversión, de realidad, de completud. Recuerdos más perdurables.

Aquel perfume perfecto, encerrado en el frasco que se agota en si mismo, fue suplido por la fragancia verdadera, natural, esa que cuando se conoce permanece y no se olvida.

¿Quién se conforma con una plaza después de andar el bosque?.

Original, como el pecado. Ese sello que nos unta la carne desde el nacimiento hasta la muerte.

Tontos, lelos, distraídos, desenfocados, confundidos el uno con el otro. Hasta el hartazgo. Así anduvimos un tiempo, entremezclados, sorprendidos cada día de ser uno para el otro la pieza que faltaba en su propio rompecabezas.

Hasta que un día abrimos la ventana, y el viento, guerrero y renovador, voló todas las fichas. La imagen perfecta jamás soñada se deshizo en el aire sin dejar rastro. Un tornado implacable secó de pronto el amor en el que estábamos empapados.

Tan secos quedamos que ni las lágrimas acudieron a nuestra despedida.

Otros cantares, otros andares, otros sudores, otros hedores. Otros.

Hubo nuevas versiones reducidas de aquellos cuadros que nuestras piezas formaban juntas. Las disfrutamos. Probamos otras carnes, otros manjares, otros jugos.

Pero no pudimos volver a empaparnos.

Imitaciones disecadas. Peinados rígidamente perfectos, pero sin movimiento.

Deshidratados pero felices. Así nos quedamos, haciendo estatuas con arena seca. Formas incompletas, volátiles, desnudas de todo sostén. Ni siquiera un desafío.

Pero nos gustan los desafíos.

Y como los rompecabezas están hechos para jugar, barajamos las fichas y dimos de nuevo. Hoy las fichas son más grandes, más elaboradas, más complejas. Y como en un puzzle sin guía ni modelo finalizado, estamos pensando que el resultado será tal o cual cosa, sin sospechar que cuando por fin acabemos por unir nuestras piezas, lo que encontraremos será tan completo como impensado.

escrito por Dani el 05/03/2008 a las 1:15 AM

8 comentarios:

  1. Que lindo tu relato Dani... Como buen relato trascendió las circunstancias y los nombres propios... Es raro porque un texto que deja los galanes literarios por los hombres reales logra trascender la realidad para volverse literario.
    El viento borró cosas, pero siempre quedaron las marcas en algún lado. Marcas que no son de dos, que son propias y eso es lo válido.

    Besitos!

    Chris

  2. ¿Existe ese momento en el cual el otro soñado se vuelve real y se caen las piezas que tan bien armadas estaban en nuestro rompecabezas mental?
    Si existe, bien lo descibiste.
    Me gustó mucho.
    Quiero saber quién es...

    Pao

  3. Chris:

    Qué bueno que te guste... Qué bueno que los no galanes engalanen nuestra existencia. Qué bueno que lo real no pierda fuerza al volverse literario.

    Te bando un beso enoRme
    Dani

  4. Pao:

    Existe, afortunadamente existe y de eso estoy convencido.
    Esta vez, y en este texto en particular, siento una identificación con vos que nunca había sospechado. Qué bueno...
    En esta oportunidad es un mero relato que de historias e histerias surgió como corolario literario (valga el trabalenguas) a una relación que ya fue pero en alguna otra dimensión de mi ser continúa.

    Algún día develaré el secreto ;)

    Besos
    Dani

  5. Buenisimo, realmente sorpresivo. Me sugirio unas cuantas cosas que estan ligadas a cierta vivencia. Tambien es un secreto.
    Saludos
    faBio

  6. fabio:

    Muchas gracias por tus palabras. Qué bueno que podamos compartir vivencias y secretos.

    Bienvenido

    Un abrazo
    Dani

  7. Hola Guapeton: como estas?
    Reviso tu blog, en busca de post nuevos, y porque ya se me ha hecho costumbre. Hoy se me dió por releer los antiguos... pues nada guapetón, que te mande un mail a la cuenta de gmail, no se si lo revisas, espero no estés muy liado.
    Un beso y abrazo
    faBio

  8. faBio, qué bueno verte por acá otra vez...

    Recibí tu mail pero no pude contestarte porque andaba a las corridas. En unos minutos lo hago.

    Estoy algo atareado con la facu, en breve espero poder postear algo... Mientras tanto, y si tenés un rato, me encantaría que leas el cuento que subí para descargar en mi otro blog

    te mando un beso
    Dani

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